La culebra fastidiosa
Una culebra habitaba en un lejano campo. Enfadosa era con los demás aparte de molestar a todos los habitantes del lugar. Sin duda con los que menos hacia migas era con los topos que solo trataban ocasionalmente con la culebra debido a los fastidios que ocasionaba. Todos los días reptaba entre la hierba, molestaba a las cabras y ternerillos que tomaban el sol, pero siempre volvía al mismo punto y acababa arruinando los agujeros que hacían los topos para entrar en ellos solo por el mero hecho de que se regocijaba en el mal ajeno. La culebra, malacostumbraba a tapar los orificios con el extremo de su larga cola, justificando esto el comportamiento y el pensamiento de los topos sobre el reptil, que para nada eran buenos... Una tarde antes de que obstruyera con la cola una de las entradas a los pequeños túneles, un topo se acercó y dijo con voz tranquila delante de la culebra: - Señora Culebra le rogaría que no taponara ni rompiera nuestras casas, pues todas las mañanas, ...