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Mostrando entradas de enero, 2022

El diablo y lo seis años

Un catedrático de lengua no tenía qué comer, pues se quedó sin trabajo en la universidad y no sabía la forma de resolver su malparada situación. Una tarde se fue al campo para relajarse, y luego, sin darse cuenta, andando y andando, acabó en un pantano. Al poco rato, se presentó un duende oscuro, que en verdad respondía a la identidad de Lucifer. -            ¿Algún problema? –se interesó, pues-. Me da la sensación de que estás abatido, desmoralizado.    El catedrático estando en sus cosas, salió de sus pensamientos, y dijo: -            He perdido todo: el trabajo, la universidad, mi casa, mi empleo… -            Si a partir de hoy entras a mi servicio y me sirves como criado –le dijo el diablo- nunca te faltará nada. Seis años duran tus servicios, al cabo de los cuales quedarás libre. Pero un asunto te advierto: No deberías ni ...

La liebre magnífica, 2 parte

Entonces, cuando creía que no vería a nadie  nunca, surgió a su paso una nube de humo y un espíritu del bosque le  d ijo cuando Revoltoso le expresó el motivo de su preocupación: - Existe un único modo de liberar al rey y es encontrando a la liebre. E s una liebre que si frotas sus orejas cinco veces y tocas su rabo   y pronuncias las palabras: - "¡Bendito rabo, rabito, si te toco y   pienso en un mal, ese mal lo quito!", expirará el mal que acechaba al  centauro.         Revoltoso antes de tomar una respuesta vio, para su sorpresa, que   el espíritu se volatilizó y en mitad de las sombras de la noche el  niño se puso a correr y a buscar a la liebre que no se la reconocía   por ninguna parte.  Al término de unas horas de peinar Revoltoso   cuestas y bajas arboladas vislumbró unas orejas tras unas zarzas y se   tiró el zagal sobre ellas y entendió que era un zorro que escapó   gruñendo. ¡Cáspitas! Eso desesp...

La liebre magnífica 1 Parte

En una tierra donde abundaban las verdes colinas, las yerbosas   montañas y confluían ríos escarlatas vivía en el campo un labriego de   lo más llano y amable. Cuidaba de sus tres hijos que los dos mayores   gozaban increíblemente de virtudes sobrenaturales, de los cuales uno s i reía volaba; el segundo, si chasqueaba el índice y el pulgar a la   vez se hacía inmaterial, y el tercero llamado Revoltoso que carecía de   grandes dones era de solemne bondad a diferencia de los mayores que   siempre buscaban el mal ajeno y que por sus poderes metían en   problemas a su trabajador padre y con cuantos les apetecía. ¡Dios mío!       ¡No paraban los granujas de meterse en líos y crear conflictos! Su   padre una mañana se ocupó de labrar parte de las tierras y los tres   jóvenes salieron una vez al campo, y, tras andar un rato largo, vieron   una liebre que corría.        El mayor se puso a reír y empezó a volar,...

Verdina

Erase que se era una joven tan hermosa como el rocío de la primavera, con un cabello que le caía en bucles tan ondulados como nubes. Tenía tres hermanas y su padre era un leñador que trabajaba a cal y canto para sacar a sus hijas adelante. Vivían cerca de un prado verde y reluciente a la luz del sol. El leñador se ausentaba durante horas, horas que Verdina tenía que pasar con sus hermanas mayores, las cuales le hacían desprecios siempre que salían al amanecer a correr y a disfrutar del encanto del floreciente prado. Su padre les solía encargar que cogiesen bayas y frutos para luego acompañar la comida.       Solía suceder que, Verdina a pesar de su buena intención con sus hermanas, acababa por obligarse a entrar en un bosque cercano a los prados. Por ser la pequeña siempre caía ante los deseos de las mayores, que la chinchaban y se reían de ella muchas veces. Luego, cuando ella volvía con los frutos (que solo se encontraban en este bosque), se encaminaban de vuelta a...