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Mostrando entradas de diciembre, 2022

La bota mágica

Mu cho tiempo atrás había  una bota que era tan estupenda que te podía llevar a cualquier parte sólo con calzarla con un pie. Bastaba dar un salto para llegar adonde quisieses; pero la bota únicamente se haría al pie y sería fiel servidora si andabas y te amistabas con ella.    Porque era una bota diferente. Era una bota que podían desear hombres ricos, caballeros andantes, magos o incluso gigantes. Era una bota única porque no era como el resto de botas, era una bota cual pocas hay; la verdadera gran bota mágica.    En muchos rincones de aquel lugar se había oído hablar de ella. Todos decían lo mismo para bien. Era tan popular porque se ajustaba al pie de quienquiera que la calzara en ese momento, fuere cual fuere, viniere de dónde viniere. Era una bota... una bota lustrosa y brillante con cordones de oro. Y era tan querida que hacía de bien quien hablase de ella.    Cierto día, un duque que andaba con su caballo, se encontró la bota mágica debajo de ...

Fruno

Había una vez un pruno que era el único del bosque que tenía la cualidad de hablar y de andar, pero le ocurría cuando era de día, puesto que bajo la luz de la luna se mostraba inerte y sin movimiento como cualquier otro de sus semejantes. Cuando era de día el árbol iba de un lado a otro de sus proliferas tierras y quedaba largo rato sorbiendo y bebiendo con su ancha boca de los ríos y charcas. Dicho lo cual, le agradaba alimentarse con las frutas que caían en la hierba y otras variedades de semillas. Fruno no se relacionaba con los suyos al ser mudos e inexpresivos todos y no tener nada que decirse con ellos.     El árbol siempre solía meditar en alto en sus paseos diurnos: - "¡Caray! Mejor solo que mal acompañado. Y es cierto. No necesito a demasiados acompañantes para no sentirme solitario y desafortunado. Me alegra que las aves se relacionen y se posen sobre mí, y en el fondo son con las que más trato."     Y la verdad es que Fruno tenía razón y era casi...