Entradas

Mostrando entradas de julio, 2021

El elfo del nácar

Hacía muy mucho tiempo un rey cabalgaba por una de las regiones de su reino y tal es el caso que pasó al lado de un hermoso y florido jardín. El monarca se maravilló tanto con esas plantas y fabulosas flores que mandó a la comitiva que parara y estuvo convencido que eso era obra de los ángeles o de seres divinos. Cuando el rey vio que, entre tantas hojas y pétalos, había una mujer que era más bella que las constelaciones y que sus encantos no tenían parangón con ninguna otra dama de alta cuna, habló con el padre de ella y le pidió el consentimiento para casarse.         Ambos se esposaron así al final de ese mismo año, pero el padre mintió diciendo que su hija tenía la cualidad de que aquello que tocara lo convertía en nácar.    Eso ilusionó más que bastante al rey que deseaba recubrir todo el palacio con ese excelente y caro material. Una noche cuando iban a ir a la misma alcoba real a dormir, el monarca la dijo: “Mira creo que es mejor que cada uno t...

La flor de oro

Había una vez un rey que lloraba la ausencia de su hija. El padre anhelaba incesantemente tenerla de nuevo junto a él. Un caballero bizarro y de corazón gallardo se ofreció en traer de vuelta a la princesa. Es más, juró y perjuró que lo haría; de forma que se alejó el caballero leguas hasta vagar por lugares inhóspitos y tierras tenebrosas. Durante sus largas y agotadoras cabalgadas se encontró el valiente con menos de una sorpresa y con más de cien peligros.       Por los valles por los que estuvo el caballero se tuvo que enfrentar a serpientes gigantes y a osos salvajes, arrancándole al caballero casi la cabeza de un zarpazo uno de esos horribles animales, pero tuvo reflejos el jinete y le decapitó a tiempo antes de que lo devoraran de la peor manera. Luego, herido, el caballero tuvo que curarse y no se rindió tampoco en adelante.   Por las montañas por las que cabalgó el jinete se topó con gigantes de piedra a los que tuvo que arrojar al vacío no acabando apl...